jueves, 27 de marzo de 2014

La ira puede ser una virtud

El sol casi habia desaparecido en el horizonte. Algunas nubes se teñían de rojo. Las estrellas tímidamente, hacían su aparición en escena. Esta noche serían las protagonistas absolutas; luna nueva.
Como cada primavera, las golondrinas llegaban las primeras, aunque a esa hora ya descansaban en sus refugios de paso.
El silencio en la charca sólo era interrumpido por el canto de las hojas al ser acariciadas por el viento. Una vieja partitura que se convertía mágicamente en una nueva sinfonía, igual y diferente. Inexplicable pero cierto.
Los atrevidos grillos, que siempre se adelantaban a la primavera, esa noche no hablaban, se dejaban mecer por el canto de las hojas.
Las nubes rojas, comenzaron a colorearse de un intenso color violeta.
- Algo sucederá esta noche. El rojo predice vientos, pero el violeta, ése violeta, es diferente. Rara vez aparece y cuando lo hace, predice cambios- Un sapo, pensaba en voz alta.
- Todo puede cambiar, transmutarse. Esa es la verdadera esencia de la magia. - Una serena voz, en lo alto de una rama cercana completaba los pensamientos del sapo.  
- ¡Has vuelto! - el sapo, lleno de emoción buscó con su mirada al búho.
- Si uno no cumple sus promesas, de nada le sirve su paso por esta vida.- el búho se colocó al lado de su nuevo amigo- Pero te aconsejo, o mejor dicho, si te sirve de algo mi experiencia, te diré, que antes de hacer una promesa, pienses detenidamente si podrás cumplirla. Las fuerzas de la Madre Naturaleza son caprichosas. Si haces una promesa, te obligarán a cumplirla. Bueno, al menos, esa es mi experiencia.
El sapo se sintió tan feliz de ver de nuevo a su amigo, que su mente era un hervidero de ideas. Y por más que pensaba en todo lo que quería contarle, decirle, preguntarle, ninguna palabra salía de su boca. Sólo sentía su corazón lleno de alegría.
- ¿Me llevarás de nuevo a volar?- antes de terminar siquiera de pronunciar la frase se sintió un completo idiota. Era tanto lo que quería decirle y sólo algo tan bobo había salido de su boca. Nunca aprendería; siempre sería un completo estúpido.
- Hasta los grandes enfados con uno mismo, eso que llaman defectos y que nacen con nosotros, pueden transformarse en algo de utilidad.
Esas palabras, volvían a ser la continuación del pensamiento del sapo. El búho siempre sabía que decir. ç¿Cómo lo haría? Algún día tenía que averiguarlo.
- Mi querido sapo, sabes que me gusta contar historias. Es mi modo de enseñar lo poco que sé. Hoy te contaré una de humanos, de esos que tienes tantas ganas de ver.
El búho, giró completamente la cabeza antes de continuar.
- Hace muchos años, en un país muy lejano, vivía una joven muy hermosa. Era además inteligente y de un gran corazón. Muchos la envidiaban por todos los dones que tenía; pero ella no era feliz. El único don que no se le había concedido al nacer, era el de ser tan alta como las demás muchachas del reino.
Durante su niñez aquello no fue un problema para ella, más al llegar a la pubertad, aquel detalle sin importancia se convirtió en todo un problema.
Muchos muchachos, acudían a palacio a verla, pero como era tan bajita, todos la besaban en la frente.
La princesa veía como a las demás jóvenes las besaban en las mejillas, e incluso en los labios. Al principio, aquello le produjo tristeza y después una ira inmensa. No le parecía justo que por su corta estatura, tuviera que estar perdiéndose todos esos besos.
Un día, mientras paseaba por el jardín de palacio, vió como una muchacha se ponía debajo de sus zapatos, unos trocitos de madera para alcanzar las manzanas de un árbol. Aquello le dió una idea y salió corriendo en busca del zapatero del reino.
En ese momento, se inventaron los primeros zapatos de tacón. Son zapatos, algunos con unas formas muy sofisticadas, que utilizan las humanas. Con ellos no puedes correr y algunos son tan altos e incómodos que provocan caídas; ¡pero son tan bellos!.
A partir de ese momento, la princesa, nunca más fue besada en la frente.
Esta es la historia. Hay cosas que no podemos cambiar, pero si alejas los enfados de tu corazón y las tristezas, seguro encontrarás tus propios tacones. Y ahora, mi querido amigo, he de irme. Disfruta de las estrellas.
   El búho alzó el vuelo. Esta vez el sapo no se entristeció, sabía que el búho cumplia sus promesas y que volvería a visitarlo.

domingo, 23 de marzo de 2014

El primer vuelo

Todavía su cuerpo palpitaba. Había sido su primer vuelo. Pensaba que para poder vibrar y sentir el viento, la velocidad y todas esas cosas que escuchaba contar en su pequeña charca, tenía que volar sobre un águila al menos. Su vuelo encima del búho consiguió todas esas emociones. Fascinante, esa era la palabra. La armonía de movimientos. Unas veces rozando casi el suelo, otras, sobrepasando con creces las hojas más altas de los arboles. Había sido un fascinante vuelo.

- Gracias amigo - dijo el sapo - No imaginé nunca que algo tan lento fuese tan gratificante.

- Pensamos muchas veces que sólo aquello que es espectacular y que llama la atención a mucha gente es lo mejor - dijo tranquilamente el búho - y no pensamos que no es cuestión de cantidad, sino de calidad.

Los dos se quedaron mirando la luna en silencio. Estaba amaneciendo y apenas si ya se distinguían las estrellas en el cielo.

- ¿Sabes una cosa? Durante años algunos se acercaron a esta charca, otros sapos, libélulas, grillos, hormigas, abejas....todos contaban una historia, pero nunca ninguno me llevo a volar.- dijo lentamente el sapo - Una vez vino un sapo decían que era un gran sabio. Me habló de sus viajes, de la gente que había conocido. Estuvo algún tiempo viviendo con los humanos. Pero un día, al pedirle que me llevase con él, que yo también quería conocer a los humanos, desapareció...

El búho guardo silencio. Sabía que el sapo necesitaba contar la historia sin interrupciones.

-Me costó hacerme a la idea de que se había ido. Me gustaban mucho sus historias. Me sentí culpable. Pensaba que yo había dicho o hecho algo que lo había molestado.

El sapo respiró profundamente.

- Después llegó un saltamontes. Era tan elegante...que muchos lo trataban de presumido en exceso. También le pedí que me llevase a conocer lo que había fuera de esta charca y desapareció.
Así fueron pasando muchos, tú has sido el primero que me has llevado a volar.

- Bueno, no creo que seas culpable de querer aprender. No todos están preparados para enseñar. Es difícil, pero no imposible, reunir un buen alumno y un buen maestro.

- Pero yo quiero aprender para ser importante. Si sé cómo, cuando y porqué pasan las cosas, tendré 
poder sobre todos, seré importante y todos me respetarán.

- Eso mi querido amigo no es respeto, es miedo. - contestó secamente el búho.

- ¡La información es poder! ¿Acaso la magia no es ese poder? 

- No. Te lo repito mi querido amigo sapo : Es miedo. Cuando alguien sabe mucho, debe cuidar aún más sus palabras. Porque es una responsabilidad dar consejos. Lo que tú digas, si es tomado en cuenta por otros, puede ser peligroso. 

Otro largo silencio.

- Te pondré un ejemplo. Imagina que encuentras a alguien que lo sabe todo, lo adivina todo. Antes de hacer nada, consultas con él, todo lo haces como te lo dice él. Pasado un tiempo, tú ya no eres el que está viviendo y decidiendo. Ya no caminas solo ni aprendes a hacerlo, porque tu mano y tus acciones siempre son llevadas por alguien. Te vuelves dependiente de esos consejos. Eso no es bueno. Vives con miedo. Miedo a tomar tus propias decisiones. Miedo a ser responsable de si te equivocas o aciertas.

Luego está la otra parte. A veces quién da los consejos, también se vuelve dependiente. Necesita que lo admiren, que le pidan consejo. Necesita sentirse importante. Entonces el ego se hace dueño de su alma. Aunque continúe teniendo sabiduría y poder para ver las cosas, sus palabras no brotan del amor, sino del ego. Pasado un tiempo, si alguien con un poder similar se le acercase y te garantizo que esto sucederá, será criticado, intentará mentirle y desacreditarlo. Será el miedo a perder adeptos lo que haga que se comporte así. 

También hay otro grupo. se les conoce cómo "los absurdos" por lo disparatado de sus hechos, pensamientos y acciones.  Son aquellos que cambian continuamente de consejero. Se dejan guiar por el que más les endulza los oídos. Y critican al anterior... uno detrás de otro. En realidad no se dan cuenta de que el problema está en ellos... Es el miedo a ellos mismos lo que hace que siempre estén buscando nuevos consejos.

La magia, la verdadera magia es aquella que multiplica los dones que todos tenemos dentro. No es afán por dominar a unos u otros. Tampoco es ninguno de los miedos que te he enumerado anteriormente.

  El búho agitó sus alas.

- ¿Tú también me abandonas? -dijo el sapo mirando con ojos tristes al búho.

- Si. He de comer, descansar y ver a mis amigos. Descansa tú también amigo. Quedan muchas cosas que hablar, que sentir, que vivir, pero eso será mañana..   





domingo, 16 de marzo de 2014

Un viejo búho

Un manto de estrellas poblaba el cielo.Eran cientos,miles...no había forma de poderlas contar todas.
Distinguió la Osa Mayor,la constelación de cancer,el aguador de acuario...

A lo largo de los años se habían convertido en su familia.Eran las únicas que no se reían de sus locas ideas, Guardaban silencio. Lo escuchaban atentamente.Incluso brillaban un poquito más cuando alguna de sus palabras era interesante.Como un guiño.Un guiño que sólo era para él.Ël era importante para ellas...

 -Preciosa noche-dijo un viejo búho,mientras se posaba en una rama cercana.

 -Vaya,¿no había otro sitio dónde ir?-contestó mal humorado el sapo.

-Realmente no.Realmente,quería ver las estrellas en este lugar.Contarles mis nuevos proyectos...en fin,que no me apetecía ir a otro sitio.Pero esté tranquilo.Soy muy silencioso y no notará mi presencia-dijo el búho.


Pasados unos minutos,el búho pareció olvidar el pacto de silencio que había hecho y en un tono muy bajito comenzó a hablar.Verdaderamente parecía que hablaba con las estrellas.

-Mis queridas amigas,cuánto tiempo juntas.Aún recuerdo el día que salí de aquel huevo .Que poco favorecido estaba con el torso casi desnudo y tan mal peinado. ¿Y recordáis como volé por primera vez? Mi hermano mayor se empeño en decirme que yo no podría hacerlo.Y claro,él era el hermano mayor.Su palabra era toda una seguridad.Si decía que no era posible, ¡no hacia falta pensar más !No volaría nunca!

-Pensé que hablaba en serio cuando dijo que era silencioso -interrumpió el sapo - pero puede seguir hablando.Estoy deseando contar las veces que se cayó del árbol antes de poder volar.

El búho giró la cabeza.Totalmente.Era increíble ver como hacía eso,pensó el sapo y con voz calmada le contestó desde la rama:

-Si quieres que alguien sea toda su vida un esclavo,dile que no puede hacer algo.Y lo tendrás atado a tus deseos siempre.Con los años, quizá algo en su interior le dirá que él también puede ser dueño de su destino. Qué puede volar solo.Entonces le dará miedo. Y se reirá de todo aquel que cayó muchas veces antes de saber volar.O que sólo cayo una vez...
Son las creencias.Los limites que nos enseñan al nacer lo que hacen que podamos o no volar.

-Con todo mi respeto señor búho-dijo el sapo,bastante molesto- Yo soy un sapo,no tengo plumas.Nunca podré volar. Déjese de frases bonitas que no pueden aplicarse a la vida real.

-Con todos mis respetos,señor sapo.Quizá usted sea un ser mágico o hechizado. Quién sabe si mañana vendrá una princesa y con un beso lo transformará. Pero mientras llega o no llega esa princesa.disfrute que es un sapo.Vamos, ¡Diviértase!

-¡¿ Y lo de volar?!

-Yo lo llevaré en mi espalda.Así sentirá el viento en su cara.-contesto el búho

-Eso no seria volar ¡Eso es una estafa!-gritó el sapo.

-No.Eso no es una estafa.Eso es aprovechar todo lo que tenemos cerca para ser felices...


sábado, 15 de marzo de 2014

Quiero ser un mago

  Aquella charca se le estaba quedando pequeña.Necesitaba salir de allí,vivir aventuras,conocer sitios nuevos.Pero se miraba y se desanimaba...nunca lo conseguiria.

 Varias mariposas se acercaban a su charca.El pobre sapo las miraba embobado...¡Eran tan bellas!
Un día,una de ellas se acerco.Había visto llorar al sapo y venciendo su miedo a ser devorada se posó suavemente a su lado.

-¿Que le ocurre señor sapo?
-Nada.-dijo secamente él.
-Algo debe ocurrirte,porque los sapos no lloran por nada-contesto amablemente la mariposa
-Os miro,os admiro...podeis volar.Ver otros lugares.Sois muy hermosas.Yo nunca podré ser así...por eso lloro.
-¿Sabes lo que es la magia?La magia es aquello que todos tenemos dentro.-explico la mariposa-La magia es la sabiduría y el poder de transformar una gota de agua en lluvia.una brisa en un huracán.La magia es lo que nos convierte a todos en mariposas...Es un Camino.
-¿Y donde debo ir para ser una mariposa?
-ja ja ja...Antes de partir a ningún sitio.Antes de que te conviertas en mago,principe o ambas cosas,debes Sentirlo.Todo se transforma.Pero si solo cambias tu aspecto,la transformación será efímera.Por eso debes Conocer ,sentir,creer y crear.En este orden.
-Eso es muy dificil.No podré hacerlo-protesto el sapo.
-¿Cómo que no?-pregunto la mariposa- Yo me transforme siendo una oruga.
-¡Pero yo soy un sapo!
-Siéntate...Llamare al Maestro.él te dirá cómo sacar la magia que todos llevamos dentro.